[Podcast] La moda sí incómoda
Por: Nelson Guillermo García Gaitán.
Azul, blanco, negro, amarillo, nuevo, usado, de última temporada, vintage, clásico, formal, informal, casual, de día, de noche, para verano, invierno, colección, de diseñador, y ¿cuánto cuesta lo que trae puesto?, hasta que surge esa pregunta las palabras con las que comienzo esta columna podrían significar múltiples cosas: la camiseta del equipo que me gusta, el color de la paz, la belleza, algo que acabo de comprar y que quería, o que puedo estrenar y, casi siempre está última frase es una respuesta al placer de comprar ropa, y creo que todos alguna vez hemos estrenado una prenda, incluso sin tener memoria de ello, y aún en las peores circunstancias, así sea por regalo o incluso por donación, la verdad yo creo que en cuanto a moda se refiere, al parecer ésta sí incomoda, porque aunque muchos pretendan colocar la moda como algo banal y que no es importante, ni define a las personas, lo cierto es que sí importa y no en vano, pues es una de las industrias culturales más importantes en el mundo, y por ello la polémica en redes de hace una semana que enfrentó opiniones a favor y en contra de las universidades públicas y privadas de Bogotá, refleja el escenario de lo qué para muchos jóvenes es hoy también importante: ¿cómo me visto y qué me pongo?.
En el mundo universitario en el cual me muevo hace más de 20 años, y tras esa constante y diaria observación, he comprobado cómo muchas generaciones de jóvenes sí tienen claro el papel que representa el vestuario y los accesorios como parte de su identidad, y también como representación de su visión de la moda, ya sea que ésta exprese la consecuencia de una temporada, de lo clásico, de su mirada rebelde del mundo, de una expresión del pasado y de sus ancestros, de la creación o apropiación de un estilo, de la clase social a la que pertenecen, de su profesión u arte para el cuál se están formando, de región del país donde provienen, de su orientación sexual, de sus gustos particulares, de sus referentes cinematográficos y audiovisuales, de la herencia familiar, o simplemente de la casualidad sin pensarlo mucho, de estos o de muchos otros factores que se me escapan a esta observación, o que en procura de la concisión no incluyo; por ello me sorprendió mucho la pelea en tik tok y en redes sociales entre tres universidades públicas y privadas, representadas por no más de 40 de sus estudiantes, (muestra muy poco representativa, como las encuestas de opinión que por estos días también están de moda, para ser consecuente con el análisis del que tanto hablo en mis clases), y el resto de la comunidad, para ser preciso, por un video sobre el costo de lo que llevan en su momento como outfit los estudiantes, a decir verdad, a estas alturas de octubre con el precio del dólar y la inflación, ahora el costo es superior; pero lo cierto es que las tiendas no paran de vender ropa, en el caso Bogotano desde San Victorino hasta el Andino, para contribuir al debate, y pues, la verdad, que cada uno compre y viva la moda, de acuerdo a su presupuesto y a su gusto, finalmente la moda no incomoda.
Lo que al parecer sí incomoda es que alguien diga cuánto le cuesta lo que se pone, y para ponerle punto final a esta polémica, porque además soy un amante de la moda y de vestirme cómo me se sienta más cómodo, pues si sé cuánto me cuesta, y sí me fijo en lo que uso… como lo hacen todos, lo que pasa es que la moda sí incomoda cuando se habla de ella. Punto final.
Vida Moderna
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