Redescubriendo el Conocimiento Ancestral: El Uso de Plantas Medicinales en la Cueva de las Palomas

Un Hallazgo Arqueológico en Marruecos Revela Prácticas Médicas de Hace 15.000 Años

Un hito arqueológico ha sido alcanzado en Marruecos, donde un equipo internacional de investigadores ha desenterrado evidencias que sitúan el uso de plantas medicinales hace unos 15.000 años, en el famoso sitio conocido como la cueva de las Palomas, ubicada en la zona de Taforalt, al este del país. Este hallazgo no solo ilumina aspectos de la vida cotidiana de nuestros antepasados, sino que también resalta la sofisticación de su conocimiento sobre el mundo natural.

 

El Instituto Nacional de Ciencias de la Arqueología y del Patrimonio (INSAP) ha comunicado que entre los hallazgos se destaca la planta ephedra, cuyos frutos fueron encontrados en un contexto funerario. Este descubrimiento arroja luz sobre el uso intencionado de esta planta, la cual es famosa por sus propiedades medicinales. Según el estudio, publicado en la prestigiosa revista “Nature” el 2 de noviembre, la efedra contiene compuestos activos que han sido reconocidos por sus aplicaciones en la medicina tradicional y en rituales durante siglos.

 

El análisis realizado por los investigadores ha comentado que la arqueología del uso de plantas, especialmente durante el Paleolítico, es aún un campo limitado debido a la fragilidad y mala conservación de los restos botánicos. Sin embargo, los macrofósiles de efedra recuperados de la cueva de las Palomas han sido excepcionalmente bien preservados. Este hallazgo es significativo, ya que representa los ejemplos más antiguos de efedra en un contexto arqueológico, situándose en un depósito funerario humano que contenía otros elementos de interés.

 

La ephedra se caracteriza por su capacidad para producir altos niveles de alcaloides, como la efedrina y la pseudoefedrina. Estos compuestos han sido utilizados históricamente para tratar una variedad de condiciones, como la detención de hemorragias y el alivio del dolor. El estudio sugiere que estos conocimientos habrían sido aplicados no solo en contextos médicos, sino que también habrían tenido relevancia durante actividades funerarias, lo que denota una comprensión profunda de las propiedades de las plantas en ceremonias importantes.

 

Este descubrimiento se complementa con investigaciones anteriores en la misma cueva, donde se halló un cráneo humano con signos de trepanación, considerado el más antiguo del mundo. Estos hallazgos en conjunto sugieren un alto nivel de sofisticación en el conocimiento de la medicina y la cirugía entre los grupos humanos de Taforalt, mucho antes de que la agricultura hiciera su aparición en el Neolítico.

 

El equipo de investigación está formado por expertos de diversas instituciones, incluyendo el INSAP, la Universidad de Las Palmas (España), la Universidad de Oxford (Reino Unido), la Universidad Mohammed I (Marruecos) y el Museo de Historia Natural de Londres. Juntos, han contribuido a enriquecer nuestro entendimiento de la utilización de plantas migrantes en la vida de nuestros antepasados, revelando que la relación del ser humano con su entorno natural ha sido profundamente enriquecida por conocimientos que se remontan a miles de años.

 

Este hallazgo en Marruecos, por lo tanto, no solo ofrece una nueva perspectiva sobre las prácticas medicinales de la antigüedad, sino que también nos invita a reflexionar sobre la conexión perdurable entre la humanidad y el reino vegetal en la búsqueda por el bienestar y la comprensión de la vida.

INRAI |

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