El pequeño perro no podía creer lo que veía.
El pequeño perro no podía creer lo que veía.
Un pequeño perro ve como su dueña le da exceso de cariño al gato y no puede evitar hacer cara de tristeza porque ninguna de esas caricias va dirigida a él, en su intento de llamar la atención de su dueña se acerca a ella como queriendo expresarle que él también quiere caricias, pero ella lo ignora y sigue acariciando al gato.
La cara del perrito es muy expresiva ya que se notan mucho “los ojitos de perro triste” al ver lo que sucede enfrente suyo, pero no puede hacer mucho para cambiarlo más que ver a su dueña con mirada especial.
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