Productor de Michael Jackson y Frank Sinatra, trompetista y compañero de Ray Charles: Quincy Jones falleció a los 91 años, tras una intensa carrera que lo convirtió en historia de la música.
Productor de Michael Jackson y Frank Sinatra, trompetista y compañero de Ray Charles: Quincy Jones falleció a los 91 años, tras una intensa carrera que lo convirtió en historia de la música.
El mundo de la música se encuentra de luto tras el fallecimiento de Quincy Jones, un verdadero titan de la industria musical que falleció a los 91 años en su hogar de Los Ángeles, rodeado de sus seres queridos. Con una carrera que abarca más de seis décadas, Jones no solo dejó una marca indeleble en la música, sino que también desempeñó un papel crucial en el desarrollo cultural de varias generaciones.
Nacido el 14 de marzo de 1933 en Chicago, Quincy Delight Jones Jr. tuvo una infancia marcada por desafíos. Su madre, que padecía esquizofrenia, fue internada cuando él era solo un niño. Este difícil comienzo no detuvo su pasión por la música, que descubrió tempranamente mientras vivía en Seattle, donde comenzó a tocar el piano en un centro recreativo. Desde esos inicios humildes, Jones iría acumulando una serie de logros impresionantes.
Como trompetista, la carrera de Jones comenzó a despuntar cuando se unió a renombrados artistas como Ray Charles y Dizzy Gillespie. Sin embargo, sus verdaderas proezas se manifestaron como productor musical. Fue el responsable detrás de "Thriller", el álbum que revolucionó el pop y catapultó a Michael Jackson a la fama mundial. Tal era su versatilidad que también trabajó con leyendas del jazz y el soul, como Ella Fitzgerald y Aretha Franklin, consolidándose como una figura fundamental en la historia de la música.
Además de su trabajo en la música, Jones mostró su habilidad como empresario y emprendedor. Fundó un sello discográfico, una revista de hip-hop y fue el productor ejecutivo del célebre programa de televisión "El Príncipe de Bel-Air", que llevó a Will Smith al estrellato. Su influencia también se extendió a Hollywood; fue el hombre detrás de la carrera cinematográfica de Oprah Winfrey, presentándola a Steven Spielberg para su icónica actuación en "El Color Púrpura", que le valió una nominación al Óscar.
El impacto de Quincy Jones no se limitó solamente al entretenimiento. Fue un ferviente defensor de causas humanitarias, apoyando el movimiento por los derechos civiles y participando en iniciativas que ayudaron a combatir la hambruna en África, como el emblemático proyecto “We Are the World”. Su dedicación a causas sociales refleja un compromiso inquebrantable con el bienestar de la humanidad.
Al anunciar su muerte, la familia de Jones expresó: “Con el corazón lleno pero roto, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”. Esta declaración resuena profundamente, no solo como un reconocimiento del dolor que deja su partida, sino también como un testimonio de la grandeza de su legado.
La trayectoria de Quincy Jones, marcada por la innovación y la conexión humana, trasciende el ámbito musical. Su visión creativa ha influido en generaciones de artistas y, con su partida, el mundo pierde a un innovador que no solo transformó la música, sino que también ayudó a dar forma a la cultura contemporánea. Su contribución a la música y a la sociedad garantiza que su legado perdurará. Quincy Jones fue, sin duda alguna, un maestro y un amigo de la música; su historia es la historia de la música misma.
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