No hay cerca que pueda impedir la diversión.
No hay cerca que pueda impedir la diversión.
Interactuar con los vecinos es un acto natural, pero a veces esa interacción no es con otra persona, más bien es con la mascota del vecino.
Así es como se ve en el video donde un hombre juega con el perro de su vecino lanzándole la pelota que el mismo perro le acerca atreves de un hueco que hay entre la cerca que divide las propiedades.
Para el perro claramente es muy entretenido tener con quien jugar y para el hombre también parecer ser una buena forma de pasar el rato.
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